¿Cómo podría un pequeño cuento tratar un tema tan complejo y delicado como la muerte de una manera sencilla, elegante y hacerlo además con una reafirmación de la vida? Aquí tenemos la respuesta. El pato, la muerte y el tulipán, maravillosamente escrito y fabulosamente ilustrado por Wolf Elbruch, es ya un cuento clásico para mirar la muerte con otros ojos. Para explicar lo que no nos atrevemos a explicar a los niños. Para ver y comprender la vida con los ojos de niño, o de pato; incrédulos, con naturalidad; para descubrir cuestiones importantes sobre el sentido de la vida, de la amistad, del cariño y de la inexorable presencia de la muerte desde que nacemos.
Porque en esta reafirmación de la vida, de la que al final nace un tulipán, la verdadera protagonista es la muerte, pero una muerte diferente de la que vemos los adultos. La muerte aquí es un personaje sencillo, silencioso, amigable, siempre presente aunque no la percibamos. Al final, la muerte, llora de pena porque se ha ido su amigo. Lo deposita en el río, para que llegue al mar. Verá nacer entonces un tulipán. ¿Has visto alguna vez a la muerte llorando de pena?
«Siempre llega un momento en que el niño se pregunta sobre la muerte. Ingenuamente, con toda la naturalidad del mundo. Los padres lo saben, pero pocas veces tienen preparada una respuesta sencilla y convincente.»
Nos dice la propia editora en su presentación. Y nos ofrece este libro como respuesta.
Recursos educativos online de la Diputación de València