El 14 de febrero se celebra el día de la energía, porque ese día en 1949 se debatió la crisis de la energía y sus posibles soluciones. Este día se promueve el acceso universal a la energía y la utilización de energía renovable.
La energía es una fuente esencial para el desarrollo social de un país, pues depende en gran medida la calidad de vida de sus habitantes. Y qué casualidad que también sea el día que se celebra el amor, fuente esencial para el desarrollo y la calidad de vida de cada persona.
Amar es el mayor acto de valentía. Vivimos en la cultura del mínimo esfuerzo y de las apariencias. Somos grandes egoístas. El amor supone una gran entrega pero sin perder identidad. El amor es compartir, aprender, descubrir.
En el ámbito energético, tampoco estamos dispuestos a esforzarnos y buscamos fuentes de energía no finitas que nos permitan tener la máxima cantidad de energía con el mínimo esfuerzo.
¿Y si hoy nos planteamos consumir menos y disfrutar más?